Mi chica favorita. Un ideal (disculpen la cursilada).


Mi chica favorita es sencilla y bonita, como una canción de James Taylor que llena de paz y sosiego.

Me gusta porque es sensata y atenta. Seria pero alegre. Inteligente. Sana. Libre. Atractiva y sensual. Y le interesan infinidad de cosas. Y se deja interesar. Y sabe lo que quiere (a mí). Me retuerzo de ternura con su invisible ser bondadoso (tengo rayos x) .

La admiro por lo que es y por lo que puede llegar a ser, aunque nunca lo consiga.

Mirarla es mejor que observar cien carreras de caballos.

Estar con ella es como estar de vacaciones. (Lo escribió Garci).

No hay cine comparable al proyector de sus ojos cuando habla, cuando cuenta, cuando sueña, cuando ríe.

A veces disfrutamos del placer de aburrirnos con total tranquilidad. El parecer no hacer nada en completa compañía, pues es la compañía misma la que nos basta y nos justifica.

Cuando el viento sacude mi pelo siempre encuentro su sonrisa haciendo esquina; donde me resguardo.

No hay Sherlock Holmes, ni Hércules Poirot, ni Lisbeth Salander, capaz de descubrirnos, pues con un vistazo, divertidos, improvisamos coartadas.

Tiene el poder de convertirse en la única persona del universo si le resbala una lágrima.

Adoro cuando me abraza a traición y espachurra su cara contra mi espalda. O cuando deprisa repite cuatro veces exactas que me quiere.

Es la madre de mis hijos y no lo sabe.

Daría la vida por ella.